En ocasiones, el mundo exterior no enfrenta a problemas en tiempo presente. Pero en la mente se dibujan sin quererlo, costos extras que no condicen en gravedad con las situaciones vividas.
Sensación de no control, fantasmas que se sienten reales y cobran entidad:
«A veces una cosa chiquita la hago grande y sufro un montón».
Sigue leyendo