«Hay momentos en la vida en que tu frente está en alto y tu mirada hacia adelante… aunque el corazón duela, el alma llore y la voz enmudezca.
El cuerpo tiene una falla… un pequeño orificio en el ojo, por donde los Decir-es enmudecidos escapan en forma de lágrimas».
Texto e Ilustración: Caro Lazarte.