Como consecuencia de los cambios producidos por la acción del hombre, investigaciones científicas recientes concluyen que se ha corrido el eje de la Tierra.
Teniendo en cuenta que el planeta está fuera de eje, ¿cómo no van a estarlo los seres humanos que lo habitan?
Circula en el discurso la frase: “parece que al mundo le ha dado un ACV, y nadie se dio cuenta”.
No hacerse cargo de las propias responsabilidades, ni cuestionar los injustos discursos del poder que claman como verdades las incoherencias de turno, generan una configuración enloquecedora.
Si nada tiene sentido, y la locura se hace cada día más cotidiana, ¿por qué debo renunciar a mis antojos?
“Quien espera, desespera”
En épocas de la inmediatez como mandato, la espera suele sentirse como algo de «otros tiempos».
Ante el planteo de una situación a resolver, cuesta admitir una respuesta diferente a la instantánea, llegando a ser casi más importante la velocidad de una resolución, que su veracidad y exactitud.
«Mundos alterados»
¿Se puede torcer ese trozo del universo que no coincide con mis caprichos o ideologías?
Históricamente, la «fría objetividad», ha sido interpelada desde las ciencias sociales.
¿Pero qué sucede cuándo se antepone una sensación que necesita ser satisfecha a un hecho objetivo?
Ningún absoluto es sano.
La fantasía de omnipotencia, de querer que todo sea “a gusto y antojo”, no deja de ser eso, una fantasía.
Y la total renuncia al ser, poniéndose a merced de otros y de un sistema de exigencias de mercado, lleva a una persona a enfermar.
“Marcando caminos”
El desafío es sostener los ideales, entendiendo “hasta dónde es posible” en cada momento, atentos a la oportunidad de expresar lo propio, haciendo marca.
Ciertas renuncias suelen ser necesarias para lograr una inserción social, lo cual no implica “desistir del propio ser”, borrando la subjetividad por un mundo exterior absurdo y delirante.
¿Qué es cambiar el mundo?
Sostener – se desde el esfuerzo, sin claudicar. Edificar desde lo propio, dejando una huella, dando lugar a proyectos en los que se enlaza el deseo.
Tal vez parezca algo pequeño, pero no olvidar que en la unión de muchas pequeñas huellas, se marcan nuevos caminos.
La flexibilidad mental y la empatía, articuladas con la ética y el compromiso, se constituyen así en las cualidades menos frecuentes, y más importantes del siglo XXI.
Texto: Lic. Germán Rothstein.
Imágenes: Pixabay.