
Frente a diferentes situaciones, se intenta no perder el equilibrio. Pero frecuentemente alguien se encuentra, sin darse cuenta ni poder evitarlo, en la cornisa.
En esos momentos aparece la desesperación por intentar no caer. Aunque a veces, es tan fuerte la atracción hacia el vacío, que resulta irresistible una nueva caída.
Seguir leyendo ««Tiempos de Equilibristas»»