Técnicamente puede ser pensado como una simple infusión, pero tiene vida propia.

Costumbre y tradición guaraní, adoptada en varios países de Sudamérica.

Compañero a la hora de compartir, una cebada de emociones, una pasión de sabores.

Armarte tu equipo de mate es algo que no puede faltarte.

Un termo, aromática yerba en distintos tonos de verde, preciado y particular mate.

Mate que has ido cambiando con el correr de los años. Los hay de madera, calabaza, plástico, cuero, vitrificados, latón esmaltado, cerámica y hasta silicona.

«Matioli, Matienzo», algunos de tus tantos apodos, mate querido mate.

“Antes de empezar a cebarte, una placenta de aceite impregna tus paredes, yerba usada reposa en tu interior, hay que curarte… saber esperarte.

Con el correr de las horas das tus primeras bocanadas de particular sabor, cebada a cebada.

Y de pronto al agotarse el agua en tu interior, se escuchan algunos sonidos, ¡estás vivo, respiras! ¡Has cobrado vida!

Mientras vas creciendo, distintos momentos vas compartiendo con los seres humanos.

Participas y recorres reuniones familiares, siendo sujetado por sentidas manos, que te abrazan en busca de tu calidez.

Fiel compañero de estudiantes, haces menos pesadas sus horas al cebarte.

Entrañable amigo que atraviesas diferentes generaciones y edades,

tu verde agua color naturaleza no discrimina por clases sociales.

Cálida agua se desliza en tu interior,

sabia de vida te hidrata en su sano fluir,

alimento emocional que se transmite de mano en mano,

dando alivio al querido pueblo sudamericano”.

Texto: Lic Germán Rothstein

Imagen Portada: GARG Fotografía

Imagen mate en mano: Pixabay

Firmado por: SAFE CREATIVE, S.L.. A fecha: 21-abr-2019 2:50:03 UTC

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