“Momentos de compartir con alguien, dejándolo ir cuando no es quién se esperaba.
Elecciones que no se disfrutan: esfuerzo, sacrificio y sostén.
Estar a solas con uno mismo, vacío penetrante que invade, dificultad de conexión interna.
Alcanzar-lo posible en cada momento de la vida.”
En determinadas ocasiones, se siente que “la felicidad” no llega y los proyectos nunca se concretan. Esos ideales que insisten en la mente, fueron marcados por el entorno (familiar, social y cultural) como aquello que se debe alcanzar para “ser reconocido” o “ser feliz”.
Logros del pasado, construidos con tanto tiempo y esfuerzo, se borran mágicamente cayendo en el olvido, y nada parece ser suficiente.
Esa distancia entre lo posible y el ideal, genera sufrimiento, padeciéndose una y otra vez el “mirar aquello que falta”.
Comparación con imágenes ajenas, queja constante de la vida maravillosa que siempre le toca a otros.
“Ideales poco reales”
Cada persona posee habilidades y potencialidades, que permiten sinceros logros. Pero de pronto se vuelven opacos, al no ser reconocidos por la mirada juzgadora (ya sea la propia, o la externa).
Caminante del siglo XXI, recorrer nuevas rutas con el deseo como brújula, permite sentir el brillo de alcanzar-lo posible. Resuena la música interior, acallándose la ruidosa queja, convirtiéndose la propia voz en oportunidades de soñar.
Lic Germán Rothstein.
Contribución Plástica: Marisol M.
Firmado por: SAFE CREATIVE, S.L.. A fecha: 18-nov-2017 1:03:57 UTC
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