
Culturalmente estamos habituados a asociar aquello que nos hace sentir un costo, con las actividades que generan cierto displacer, siendo en muchas ocasiones actividades estas referidas a responsabilidades no elegidas.
¿Pero qué sucede cuando
nos encontramos con aquello que deseamos?
En ocasiones, sentimos que sostener esa actividad relacionada con el deseo nos cuesta… da trabajo!
En reiteradas
oportunidades se escucha a pacientes decir:
«Pensé que esto era lo que me gustaba, eso que tanto soñaba hacer, pero… ¿no estaría confundido? ¿realmente me gusta? Porque siento que me cuesta y me da trabajo cuando lo hago…».

De esta manera, habrá que
estar atentos de no caer en esa trampa de cuestionar aquello que uno desea por
su costo:
«Así como la libertad implica una gran responsabilidad, también el acercarse al deseo y sostener-lo elegido cuesta. ¿Pero acaso el costo del deseo, no será el costo menos costoso en este sinuoso camino del vivir?»
Texto: Lic Germán Rothstein
Contribución Gráfica Portada: Camila Zawadzki
Imágenes Restantes: Pixabay.
Firmado por: SAFE CREATIVE, S.L.. A fecha: 27-jun-2019 2:22:10 UTC
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Buenas palabras para describir situaciones reales que aparecen en reiteradas ocasiones a lo largo de nuestra vida…no solamente en el trabajo…