No sé palpar las heridas de estos
días
sin aullar por dentro.
Siempre la misma alma perra,
siempre acomodando la injusticia
en el rincón del hígado menos doloroso.
Seguir,
esa fuerza también imperceptible,
ese motor viejo
que puja haciéndose carne y costumbre
A cuántas vidas el descanso,
le pregunto a mi memoria de látigo que no todo olvida,
que recuerda,
mientras me vuelve los pasos
interminables.
Texto e Imagen: Daniela Tomé https://jauriadelobosmansos.blogspot.com/