Históricamente, el período de enamoramiento en el inicio de una relación, es maravilloso. En la actualidad, además se fomenta una gran ilusión desde la virtualidad y sus fascinantes imágenes filtradas. Pero, ¿esta gran conectividad permite presencialmente encontrarse con ese otro ilusionado?
¿Es esperable esperar todo del otro?
Cuando se comienza a conocer a alguien, la ilusión hace que se escriban novelas en la mente, en las que una y otra vez esa persona es el personaje principal: príncipe azul de los sueños.
Esa idealización, lleva a esperar y querer todo de ese otro.
Pero, esa ilusión se fisura y resquebraja.
Una ilusión que se rompe, un príncipe azul que se destiñe, un ideal que cae y entra dentro de lo posible: humano, demasiado humano (al decir de Friedrich Nietzsche).
Un desafío se inicia
Aparecen las diferencias y los malentendidos, componentes necesarios en la construcción cotidiana de un vínculo.
El conocerse y dialogar en el día a día, es un proceso de mutuo intercambio y crecimiento.
¿Se está preparado para pagar el costo de edificar un vínculo?
En muchas relaciones, sus integrantes no están dispuestos a renunciar a ese maravilloso período de colorida ilusión, fugaces y pasionales encuentros.
En muchas relaciones, sus integrantes no están dispuestos a renunciar a ese maravilloso período de colorida ilusión, fugaces y pasionales encuentros.
Cada vínculo deja marcas en la historia de un sujeto. Algunas pequeñas que se pierden en la memoria, mientras que otras tienen la intensidad de un “eterno retorno del recuerdo” en la mente.
La vida está hecha de encuentros y despedidas, sufrimientos y esperanzas que se debaten entre emociones sentidas.
¿Qué huellas han marcado la historia que a cada uno le ha tocado vivir?
Las huellas construyen caminos, permaneciendo vivas con variadas intensidades, dando lugar a subjetividades.
Marcas que influyen, tiñendo de manera especial, dejando la puerta abierta a nuevos crecimientos.
Texto: Lic. Germán Rothstein.
Imágenes: Pixabay.
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Hola! Interesante. Me llama la atención que cuando hablás de tener ideales hagas referencia solamente a una exigencia hacia el varón “príncipe”. Luego si bien no se puede esperar que una persona cumpla con todos los requisitos de esa “imagen” idealizada, porque es un imposible y creo que siguendo a Lacan aunque esa persona diera el universo, sabemos que el deseo es insatisfecho, pero sí creo que se pueden desear algunas características básicas. Por ejemplo mi pareja me amenazó con violarme, a mi eso me da miedo y lo dejé. Hay personas o propuestas con las que no se juega. Se puede esperar no es universo pero si un mínimo de humanidad