“Cada nueva relación parece ser un nuevo libro esperando escribirse. Y a medida que escribimos, aparecen fragmentos en el papel que surgen, ya escritos… ya vividos, como intentando revivir.
Patrón le dicen en el campo al que es casi propietario del peón. Patrón le dicen a esos mecanismos que se apoderan de nosotros mismos y nos dan forma o nos deforman. Y ahí intentamos resistirlos, tras férreas voluntades que a menudo sucumben frente a la fuerza esencial de esos impulsos.
Pero en algún momento, cuando el autor de su propia obra siente que se le dificulta seguir adelante y pide ayuda, surgen fuerzas imprevistas desde las preguntas del terapeuta, alma amiga reflejándose en nuestra historia.
Y luego escribimos unas palabras de aceptación de ese enemigo misterioso; y luego le siguen unas palabras de agradecimiento; y más allá, una sensación que todo ha traído el aprendizaje necesario para poder afrontar las próximas situaciones con más estructura.
Y en las últimas hojas se leen palabras de bendición a esa situación. Y una sonrisa se dibuja en el rostro del protagonista, escritor a la vez. Y el milagro ocurre, tenuemente, haz a haz, la Luz comienza a filtrarse entre las nubes y amanece una nueva historia”.
Dedicado especialmente al querido Lic. Germán Rothstein, que a través de su generosa y vital profesion ha logrado que varias veces estas lineas se tornen autobiografía.
Texto e Imagen: Viatore (Argentina)