El concepto de poder puede ser abordado desde dos lugares:
- Por un lado, el poder como posibilitador del sujeto, en relación al “Yo puedo”… yo puedo realizar una actividad, yo puedo transformar un sueño en proyecto. Yo puedo aquello que deseo.
- Por otra parte, es dable pensar el concepto de poder a un nivel más global… a nivel sistema, a nivel mercado, a nivel vínculos. Como aquello que circula, que se ejerce en determinados momentos históricos, por ciertos personajes. En relación a esto, se toma como texto de referencia: “El orden del Discurso”, de Michel Foucault (filósofo francés, contemporáneo). Este autor analiza como “el decir” está tomado por cuestiones de deseo y poder: “No todo es posible decirlo…”. A lo largo de la historia ha habido una lucha constante por adueñarse del poder del discurso:
- Dicotomía Razón y Locura: en tiempos de la Edad Media, el discurso de “los locos” era considerado como nulo, o como poseedor de poderes místicos. Se los encerraba en leprosarios: espacios físicos donde se recluía a los enfermos de lepra, también a “los locos”… y además a aquellos que con su discurso molestaban a quienes detentaban el poder. Estos leprosarios, con el tiempo devinieron en los llamados manicomios. Hoy en día, el poder de la producción del discurso sobre salud mental, está en manos de la Psicología y la Psiquiatría.
- La Palabra Prohibida: discursos sobre los que recaen tabúes, como sexualidad y política. Actualmente, hay mayor libertad para hablar de éstas temáticas a nivel general. Pero se hace evidente que al hablarlas a nivel personal, todavía se ponen en juego ciertas vergüenzas y resquemores.
- Voluntad de Verdad: discursos verdaderos o falsos. Existen ciertos discursos con poder de coacción sobre otros. En este momento, el discurso tomado como verdadero es el discurso Científico.
(“Lo siguiente no lo dice Foucault, pero se podría agregar que otro discurso que presenta poder, es el discurso del Mercado, manejando de manera manifiesta o solapada, los hilos del sistema”).
Este análisis histórico de Michel Foucault, es una herramienta que permite pensar el proceso actual que atraviesan los sujetos.
A nivel consultorio, se presentan pacientes con diversos síntomas, consecuencia de sentirse atrapados en un sistema de política y mercado que no les deja demasiadas opciones: se frustran por no poder conseguir trabajo; o se ven obligados a una sobre-adaptación, no pudiendo luchar por sus derechos, dado que si se expresan quedan por fuera del sistema. Producto de esto aparecen: crisis de angustia y ansiedad (ataques de pánico), estrés, somatizaciones en el cuerpo, etc.
Para finalizar, es de destacar lo abordado al inicio de este texto, como un mensaje a tener en cuenta para quienes están sufriendo algunas de las cuestiones antedichas:
“pensar el poder como posibilidad del sujeto, reforzando el Yo Puedo desde mi Deseo, que permite abrir una grieta en este sistema que se siente asfixiante”.
Texto: Lic Germán Rothstein.
Contribución Gráfica «El Niño Pensante»: Max Feito.
Bibliografía Básica de referencia:
- Foucault, M. (1971) El Orden del Discurso. Genealogía del Poder. Las ediciones de La Piqueta (1996).
Este escrito «Poder-es deseo» ha surgido de la des grabación de una entrevista radial, en programa “Arte sin Aduanas”. Pregunta realizada: ¿Cómo acciona el sistema de poder sobre la psiquis y emociones?.
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