«La palma de mi lengua.»
La piel y la sangre son órgano y tejido. La retina graba momentáneamente imágenes originadas en el exterior aunque luego no olvidamos lo que quisiéramos sino que recordamos contra natura lo doloroso como un estigma. En la palabra formada por voces puede oírse OH Dios u Odios sin que podamos dilucidar qué escuchamos. La arbitrariedad de los sonidos, las imágenes, las voces y los gestos se agolpan en la sala del recuerdo por lo que esta foto me trae a la mente un sabor a infancia con perro en zapatillas. Me alucina la búsqueda desesperada del rostro del hijo cuando niño.
Foto de Alécio de Andrade.
Texto de Mauricio Gutiérrez