¿Por qué se lucha a nivel social?
Si la injusticia atraviesa a los individuos, reaccionan con una emoción primitiva: ¡enojo!
Las reacciones y manifestaciones sociales por enojo, se muestran muy poderosas e intensas, pero cuesta sostenerlas en el tiempo.
La unión de grupos desde una causa basada en el enojo, hace proliferar situaciones de tensión y violencia.
Las movilizaciones sociales tienen “banderas de lucha”, que tienden a la identificación y cohesión.
¿Qué sucede si la identificación se suscita desde el enojo?
¿La cohesión será fluida y sana, o llena de divisiones y rupturas?
Muchos líderes políticos y de masas, intentan que sus seguidores crean en una causa que venden como su verdad, con el objetivo que se transforme en “LA VERDAD” a modo de certeza rígida, cuasi religiosa. Los seguidores se transforman así en fieles, y sienten que toda diferencia con su verdad es peligrosa, considerando a quién piense diferente como su enemigo. De esta manera, cada grupo que cree en “su verdad” se enfrenta y discute con “La verdad” de otros grupos, generándose discusiones absurdas, marcando las faltas del grupo contrario.
Como consecuencia terrible, estos grupos distraídos en esas famosas grietas ficticias, se olvidan de mirar qué decisiones toman sus líderes, quienes se convierten en corruptos dictadores con exceso de poder, que no serán evaluados desde un pensamiento crítico y libre.
En el momento que algún libre pensante se atreva a cuestionar una decisión del líder supremo de alguno de los grupos, será acusado por sus fieles de “contra”. Y ante situaciones en que la corrupción sea demasiado evidente, tanto el líder como sus encandilados seguidores, aplicarán para defenderse el mecanismo psíquico de la negación. Algunos ejemplos:
- “esto que dicen, no sucede ni nunca sucedió”
- “festejos de victoria como si se hubiera ganado (ante derrotas estrepitosas)”
- “es casi imposible que suceda un daño ambiental, si jamás ha sucedido (derrames de petróleo, y diversas contaminaciones, entrega de recursos naturales por dinero)
- “el país está en este estado, a causa del gobierno anterior (líder contrario)”
En la medida que se siga reproduciendo esta ciega creencia en falsas grietas, los líderes seguirán convirtiéndose en dictadores, mientras sus seguidores se entretienen discutiendo entre sí.
Cuando un miope seguidor no sabe qué hacer con la evidencia manifiesta de la corrupción de su líder, emplea una repetida y lamentable estrategia: cambia de tema, destacando una falta del líder contrario, en un pobre intento de borrar la propia falta de su “religión”. Algunos ejemplos:
- “la desocupación, la pobreza, la inseguridad, la inflación y devaluación económica no viene de este gobierno, es de otros anteriores”
- “la instalación de una petrolera va a traer puestos de trabajo, y además hay que pagar la deuda del gobierno anterior, y también encontraron un acto de corrupción en un funcionario del gobierno anterior”.
Cabe aclarar, que la grieta sustentada desde una identificación desde el enojo y el odio, es un invento de los líderes políticos (sostenida por los distintos bandos), para seguir ejerciendo un exceso de poder a su antojo.
Pero…¡La grieta no existe!
Un político que desde su partido se apropia de ciertos logros de los grupos sociales, poniendo su nombre y bandera, prestar atención… es adoctrinamiento de creyentes a su religión.
Una sociedad puede crecer de manera sana, contribuyendo a que sus ciudadanos tengan la posibilidad de estudiar, educarse, y ser libres pensadores.
El libre pensador puede elegir desde su libre albedrío, pudiendo evaluar los actos de cada líder, independientemente del partido político que representen, sin dejarse engañar por falsos líderes religiosos de poca monta.
Un libre pensador es un luchador que puede defender sus derechos libremente, eligiendo desde su interior que desea a nivel individual y social, levantando la bandera que considere más sana en cada momento histórico.
Un libre pensador es aquel que se identificará desde la elección positiva y su deseo, creciendo desde su mundo interior, y permitiendo que se produzca como consecuencia un crecimiento social. Crecer desde el debate… coincidencias, diferencias y respeto con otros libres pensadores.
Crecer, sentir, desear, y pensar… siendo responsable de la propia libertad.
¡Lucha por tu mundo libre… entusiasta libre pensador!
Texto: Lic Germán Rothstein.
Imagen: Pixabay.
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