«Luchadora incansable a lo largo de la historia, reclamando por tus derechos fuiste construyendo en el inconsciente colectivo, tu memoria…
Derecho de ser y sentirte mujer,
derecho de poder elegir ser madre…
Lugar de mujer, lugar de múltiples formas, difícil para la sociedad poderlo aceptar y comprender.
Lugar que cuesta ser aceptado, y muy tentador para ser usado.
No te dejes confundir, siendo un producto útil a tanto discurso político mediático.
Se fiel a lo que sientes luchadora…con tu maravillosa femineidad, sutileza y tacto.
Dulce y poderosa voz, portadora por siglos de lágrimas, sentir-es, ideologías y pasiones.
Historias pintan día a día tu mundo interior: florecen amores vividos, duelen las espinas de esos dolores padecidos.
Belleza en tu ser, en tu ser mujer…
Fuiste en un momento dibujada por el pincel de Frida, símbolo de valentía y fuerza, a pesar de su padecer…
Nunca olvides la esencia de tu ser, escucha esas canciones que suenan en tu alma, y nunca… nunca dejes de florecer».
Texto: Lic Germán Rothstein
Contribución Gráfica: Florencia Marenco Mittelbach (Argentina)
MUJER ES LO NEGRO.
En la compilación de cuentos El hombre imposible de Ballard del año 1966 cita, como quien no quiere la cosa, a Jung acerca del símbolo de la serpiente como sinónimo del inconsciente. Un personaje duda de esa aseveración y hace notar que bien puede ser parte de la crisis psíquica que luego deviene en un cambio análogo a la pérdida de piel de la víbora. Es un desgaste natural y cíclico que esporádicamente convierte al animal en un espectro de sí mismo. Luego argumenta que la culebra, además de transformarse, es en sí misma una alegoría. Otro inglés Percy Shelley, siglo y medio antes, publicó un poema llamado No despiertes jamás a la serpiente. Parece que nos hablara del reptil como un sonámbulo que en crisis, como en todo acto de sonambulismo, es consciente de su camino. Y al final llega el inicio: la biblia ya nos sugiere que la serpiente que se le apersona a Eva y la seduce la incita a desobedecer al dios autoritario que nos prohibió arbitrariamente alimentarnos del árbol de la sabiduría. Y desde allí el parangón con la mujer: arpía, víbora, burra o yegua serán todas las que hasta hace poco, como dijo otro inglés – John Lennon – son el negro del mundo.
Fotografía de Carlos El Chino Domínguez, Texto de Mauricio Gutiérrez.
Firmado por: SAFE CREATIVE, S.L.. A fecha: 29-ene-2019 1:50:31 UTC
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Qué lindos conceptos !!!me siento halagada con estas palabras … poesía y realismo!!
Bellísimo!