Cuando el calendario marca los últimos días del mes de diciembre, culturalmente nos empujan a pensar en el supuesto balance del año: fuegos artificiales, papá noel, reyes magos…

No recordando casi nadie lo simbólico y tradicional que se celebra en estas fechas, llegando muchas veces un videojuego de moda a restarle importancia a esa fantasía e ilusión de un niño que espera que su “cartita de deseos” sea leída por esos seres maravillosos.

En algunas familias con escasos recursos económicos, niños sufren por lo que no podrán tener… En algunas familias que poseen recursos económicos, niños sienten que nada que puedan tener alcanza, aunque reciban el regalo más costoso..

Adultos con su mente entrampada en “laberintos temporales” que se repiten una y otra vez, independientemente de la fecha del calendario: aquellos momentos en que se extraña lo que ya no se tiene, en un lamento constante por lo perdido. En esos días de olvido del presente, en que no se valoran esos instantes únicos e irrepetibles, instantes de “vivir lo vivido”. Sintiéndose atrapados en un “recorrido sin fin” hacia el pasado o el futuro.

Especie de “futurología endemoniada” que nos lleva a padecer por anhelar lo que se podría tener y no se tiene. “Pasado quejoso”, que nos hace sufrir por aquellos momentos que alguna vez fueron nuestros pero que parece ya no nos pertenecen.

Decir-es que fluyen, en un constante renacer, inspirados en discursos de pacientes que se quejan de su padecer:

“Tiempo cronológico, construcción artificial del hombre para generar pautas y evitar confusión,

calendario gregoriano, creación cultural que nos impacta y se nos escapa de la manos.

Almanaque, forma de organización y control para evitar que alguien se empaque,

sistema capitalista que estipula fechas festivas, en un intento de domar a un deseo que se siente como “anarquista”.

Época de fiestas, tener que encontrarse con ciertos familiares lejanos sentidos como poco cercanos,

deber de reunirse, presión de una cultura y traición de una tradición que poco mira los sentir-es.

Fechas en que la hipocresía se siente a la orden del día, vanguardia de apariencias que ocultan esencias.

Pero siempre existe esa posibilidad de romper los barrotes de la prisión,

de un sistema que nos atrapa disfrazado de tradición.

Habilitar la posibilidad de elección fiel a nuestro deseo,

deseo propio y singular que pueda ser sentido como sincero.

Rescatar el valor de lo simbólico, y no sentirse un necio por enfrentar a la hipocresía y el comercio,

ser fieles con nuestros senti-res y deseos, que prevalezcan los encuentros con seres queridos, desde lo más íntimo y sincero.

Que cada sujeto sienta éstas épocas como un festejo, que prevalezca el respeto sincero a sus creencias, dejando de lado las hipocresías y apariencias.

Brindemos todos juntos por ser fieles a nuestros sentir-es, por ser libres de expresarlos en nuestros decir-es: salud!”

Lic Germán Rothstein

Contribución plástica: Marisol M. (Chile)
https://marisolm-arte.blogspot.com.ar/

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