“Des-madre: anorexia de amor”

Este texto intenta ser una viñeta clínica acerca de una paciente de 70 años, que se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico hace varios años, por un diagnóstico de anorexia nerviosa. Nunca había concurrido antes al psicólogo.
A diferencia de otros casos de anorexia en que la persona afectada “no come por temor a engordar”, la paciente no puede comer por rechazo a la comida: “Hoy como a la fuerza, el olor a la comida me repele.”

Cuando se abren interrogantes acerca del inicio de estas dificultades al comer, su discurso rapidamente se centra en recuerdos de su infancia en relación a su madre:
“Mi mamá me castigaba, me daba palizas sin motivos, ella era cruel. Me trató así hasta los 32 años que me case”.
Presenta un importante acceso a su historia y sus recuerdos, mostrando gran capacidad asociativa.
Ante el interrogante de algún recuerdo sobre otro vínculo en el que se haya sentido maltratada, entra en juego su ex esposo:
“Yo cuando salí de mi madre, me refugie en mi esposo. Siempre él cobraba por mi trabajo y manejaba mi dinero, él no trabajaba.”
El tono de su discurso, da muestras de cierta naturalización de los hechos, como si fuera esperable que a modo de parásito, un otro se prendiera de ella para “devorarla”.
Situación de padecimiento repetida, un otro que se “alimenta de ella”, y vive su vida consumiéndola:
“Cuando nació mi hermana, mi mamá la cambiaba para que fuera a todas partes conmigo, para que ella no sufriera”. Cabe preguntarse: ¿para que no sufriera quién?
Caso manifiesto de una madre que invierte los roles, haciendo que su hija la sostenga y soporte, no permitiendo que viva su vida, y se conecte con su deseo. Dificultades de separación de su hija mayor, locura de fusión y con-fusión.
Ante el hecho concreto de separación, se manifiesta su locura en todo su esplendor:
“Cuando le dije a mi mamá que me iba de luna de miel, me dijo que cuando volviera ella iba a estar muerta”. Gráfico intento de manipulación, generando culpa en un otro vulnerable.
A partir de este momento en el tratamiento, comienza una catarata de recuerdos en relación a su madre, y la alimentación:
“Desde mis cuatro a mis catorce años no podía comer nada, de noche solo comía comida con leche, toda comida en base a leche: arroz con leche, maizena con leche.” No resulta casual que el alimento deseado por la paciente fuera la leche: representate por excelencia de la nutrición materna, transmisor de amor, y cariño. ¿Intento de llenar un vacío de una madre dadora y no devoradora?
Otros que se nutren de ella, otros que la colonizan internamente, un cuerpo que se consume. Historia de una niña, historia de una mujer, rechazo al maltrato que no pudo ser expresado en palabras, pero sentido como asco a la comida.
Maltrato de otros, maltrato a sí misma.
Diagnóstico de anorexia, momentos de depresión, ropa que se hace grande, un cuerpo que se achica, un alma que se encoje.
Un cuerpo vulnerable con-sumido bajo el poder de otro, un ser que padece, una madre que des-trata, mal-trata y devora.
Una mujer que arriba al consultorio con el temor de ser encerrada en un geriátrico, y con una única esperanza en forma de pregunta: “me gustaría poder vivir mejor los últimos años que me quedan, ¿será posible?”
Puesta en palabras de una historia, decir-es de dolor y sufrimiento, decir-es que al ser dichos comienzan a abrir una puerta: decir-es de deseo y esperanza, decir-es de nutrición, decir-es de amor.
Lic Germán Rothstein

Contribución Plástica: Marisol M. (Chile)
https://marisolm-arte.blogspot.com.ar/

Firmado por: SAFE CREATIVE, S.L.. A fecha: 25-nov-2017 2:09:20 UTC
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Un comentario en «“Des-madre: anorexia de amor”»

  1. Increíble cómo puede influir a través del tiempo una niñez y una juventud comprometida y conflictuada.Pienso, que si hubiera habido posibilidad de capacitación intelectual hubiese podido en parte superar este tipo de conflictos , a través del pensamiento lógico y del afán de supervivencia a esos problemas

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