«Retratos»



Retratos de vida, congelan y eternizan para la posteridad una imagen.
Imagen sentida, que atraviesa transversalmente lo superficial de una figura, mostrando las emociones y sentir-es de un momento de vida.
Retratos que permiten la ruptura de la linealidad temporal, posibilitando en una “barrida de ojos”, encontrarnos con el pasado y el presente (presente que en unos instantes formará parte de la historia pasada).

“Un pibe, siempre pibe”

Retrato de un pibe… el dolor y sufrimiento de una infancia se condensan en tu triste mirada, rostro tenso y serio, una sonrisa más es robada, una sonrisa menos es expresada, un alma más es dañada.
Pibe que arribaste a una sociedad en crisis, un mundo cruel que va demasiado a prisa, y se olvida de tus juegos y sonrisas.
Niño tomado y arrasado por cuestiones ajenas a tu edad, tu estómago habla con el crujir de tus tripas, arrojándote en un instante al vacío… vacío de sentir hambre, vacío de sentir frío.
Te viste obligado a aprender a caminar el barrio, dónde una jungla de gente conociste rápidamente, sabiendo hacia dónde patear para poder pedir, y hacia dónde no era seguro ir para sobrevivir.

Donde asomaste tu cara al mundo, tu adolescencia te atravesó como un rayo fugaz… complicado cóctel para ser digerido:
familia, amigos, novia, alcohol, drogas, transas, cortes en el cuerpo, una amiga que va a ser mamá, un amigo que lo bajaron, otro que cayó en cana…
¿Cómo rebelarte frente al mundo, intentando encontrar un lugar y ser parte, sin dañarte?

Trastabillando, tu adolescencia fuiste dejando, y así tu retrato de adulto fuiste encontrando…
Cara agitada, mirada cansada y alterada,
un trabajo esclavo deja tu alma perpleja,
boca abierta, sordos gritos de queja.
Garganta cargada, decir-es ahogados de angustia,
dientes gastados por el tiempo, lengua manchada de bronca,
sueños de libertad contenidos, pero nunca perdidos.

«Y así, pasa el tiempo, el tiempo pasa…»

Te descubres sentado en un banco, sin saber bien cómo… tus nietos corren a tu alrededor.  
Frente a tus ojos cansados de ver tanto y encontrar tan poco, aparece algo que te devuelve el brillo y tu alma agita. Estás viendo dos retratos que habías guardado desde ya no recordas cuando…el retrato de un niño, el retrato de un adulto.

«TUS RETRATOS!»

Un sinfín de imágenes y recuerdos se agitan en tu interior, emociones y más emociones…
Unas lágrimas corren por tu rostro agrietado y cansado, al mismo tiempo que se te esboza una mueca de sonrisa.
Te das cuenta de pronto, que en esos retratos que hizo hace ya tiempo esa chica, no estabas tan solo en este desierto de gente…alguien te vio!
Se cruzó en tu camino en aquel tiempo y te dijo ser una artista, una dibujante…
No habías entendido bien, pero te dio su regalo más preciado te dijo… te brindó su arte.

 Ahora te das cuenta, y entendes eso que ella te decía, más que pintar parece que magia hacía…

Texto: Lic Germán Rothstein
Contribución Gráfica: Camila Zawadzki

Firmado por: SAFE CREATIVE, S.L.. A fecha: 31-mar-2019 23:22:28 UTC
Este documento se ha registrado y almacenado en Safe Stamper con código de verificación 190331-CE6JTK y puede ser validado en la dirección https://www.safestamper.com/certificate/190331-CE6JTK

2 comentarios en “«Retratos»

  1. Muy cruel , pero real , especialmente en determinados ambientes… Hermosas palabras para describir una realidad dura y difícil de resolver…..

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.