En ocasiones, algunas personas sienten una necesidad o impulso irrefrenable de marcar su cuerpo. Esas marcas se conectan de una u otra manera, con huellas no elaboradas del mundo interior.

A partir de lo escuchado en numerosos pacientes, se puede pensar en diferentes tipos de marcas:

• Cortes en el cuerpo: un desborde emocional inunda el mundo interior, volviéndose insoportable el dolor, la angustia y la ansiedad. Ante esto, se recurre al corte en diferentes partes del cuerpo como modo de calmar el malestar.

“Cuando me corto, siento que el dolor del corte de mi piel, calma por un momento la angustia, el dolor del corte es menos doloroso que el dolor de lo que siento. El problema es que al rato vuelve el dolor acá adentro, por lo que tengo la necesidad de volver a cortarme para calmarme”.

Esta frase da muestras del encierro y desesperación, al no saber qué hacer con su dolor. En el consultorio, se trabaja poco a poco para “cortar el dolor”, nombrando aquello que se sentía como innombrable.

• Piercings: perforar la piel para colocar un aro. Se repite en aquellos pacientes que se realizan numerosos piercings, un sufrimiento que remite a un gran vacío interno.

“Me hice este piercing porque me gusta, queda lindo, quería tenerlo y no aguante las ganas, ya estoy pensando en el próximo”. “Siento un gran vacío adentro, como un agujero que no se llena con nada, es una sensación horrible”. “Es insoportable la nada, ¡ese vacío!”.

Se podría formular a modo de hipótesis, que al agujerear la piel “se crea un agujero, un vacío” que se puede llenar con un aro. ¿Será una manera de poder llenar en el cuerpo, aquel “agujero de nada” que no se puede soportar en el interior?

• Tatuajes: Es importante diferenciar los realizados por moda (sin significado para el sujeto), de aquellos que al dibujarse en la piel dicen lo que no se llega a expresar en palabras. Marcas eternizadas en la piel, evitan que emociones dibujadas puedan escaparse. Íntimos pensamientos que no se quieren comunicar al mundo, pero quedan expresados en un sí mismo del cuerpo. Tatuajes hablan, cuando cada paciente logra desplegar esos trazos epidérmicos, asociándolos con su historia.

Piel marcada, expresiones luchan por romper el dolor de ser calladas.

Marcas del cuerpo, ¡gritos del alma! decir-es que cuando se los escucha, hablan.

Texto: Lic. Germán Rothstein.

Imágenes: Pixabay.

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