Hace un par de décadas, a principios del siglo XXI, cuando Internet comenzaba a popularizarse en el discurso, circulaba como parte del imaginario colectivo una esperanza: un espacio con libertad de expresión y rebeldía, que rompiera con las reglas de control de los centros de poder mundiales.
Pero con el tiempo esa ilusión, convirtió a quienes creyeron en ese ideal, en ilusos. Actualmente, Internet responde a esa famosa y triste frase: “todo se vende, todo se compra, todo tiene un precio”. El mercado obtuvo el dominio sobre el medio de comunicación más poderoso del momento: el ciberespacio con sus redes sociales y todo su despliegue.
Sigue leyendo