Llegaste volando a nuestro planeta a mitad del siglo XX,

aterrizando en una húmeda región,

siendo tu infancia atravesada por lluvias y calor,

aburrido clima para un alma llena de fuego y pasión.

Bajo la religión zoroástrica te tocó crecer,

desde temprana edad en un internado tuviste que ser educado.

Demasiadas imposiciones para un niño con pasiones,

Freddie comenzaste a ser llamado, buscando un poco de oxígeno ante tantas restricciones.

De pequeño, tus prominentes dientes fueron objeto de bromas repetidas,

sufriendo una y otra vez…  burlas que lastiman tu alma herida.

Pero ¿qué hace un espíritu rebelde ante tanta injusticia?

Transforma la diferencia estética en posibilidad creativa.

Adolescencia, época de cambios y desobediencias,

la realidad social de tu país te envía hacia nuevos rumbos.

Aparece el arte en tu horizonte, mágica apertura de expresiones:

dibujo y canto le dan herramientas a tu alma para escaparse del encierro y llanto.

Día a día sientes que cantar es tu arma más poderosa,

Mitos, hadas, reinas asesinas, historias de amor, ópera y rock…

 Resuenan en tu caja de dientes prominentes,

Pudiendo expresar tus miedos, pasiones, y deseos libremente!

Sigues rompiendo límites establecidos,

sintiendo que puedes fisurar lo instituido.

Te propones ser más que una estrella de rock en tu camino,

“seré una leyenda” dices… desafiando el destino.

Te das cuenta que en este viaje necesitas músicos laderos,

encontrando a tus “compañeros de ruta” en el grupo “Sonrisa”.

Ironía de la vida… aquello que siempre ocultaste (dientes y risa)

Abren tu senda con variadas notas… potentes y sonoras brisas.

Pero esa “tímida sonrisa” no es de tu estilo,

si quieres “hacer ruido” no basta con sonreír.

Ansias sacudir al mundo con tu canto y reinar,

pero para reinar… en “Reina” te debes transformar.

Un alma rebelde se transforma en “Reina”,

siendo cada vez más fuertes los límites a desafiar.

A tu antiguo yo “decides matar”, pidiendo disculpas a tu madre por cambiar tu identidad…

“Rapsodia Bohemia”… rapsodia de muerte y rapsodia de vida, obra de arte de la humanidad.

Por décadas el mundo se transforma en tu reino,

arte, excesos, pomposidad, estrellato, fama y poder…

“Tocas el cielo con las manos”,  pero no encuentras “alguien a quien amar”,

algo falta, siendo insoportable ese vacío interno que no quiere ceder…

En la ruta de tus sentir-es te acompaña una rubia amiga,

presente  tanto en tus travesuras como pesares.

Tus hijos de cuatro patas, libres espíritus atrevidos…

 llenan tu interior con sus miau-miau de amor incondicional.

Rompes con las estructuras, ya casi no te quedan límites por franquear.

Y entonces… ¿qué le sucede a un “alma rebelde”, cuando ya no le queda borde contra el que sublevarse?

El des-borde te enfrentó con tu finitud física, en forma de tres letras mortales…

Tu tiempo se acaba…lloraste y te lamentaste, pero valientemente el desafío de ser leyenda enfrentaste.

Fuiste un alma rebelde, viviendo con deseo y pasión,

Mostrándonos que se puede existir según dicta el corazón.

En cada canción que suena tu voz,

Sobrevuela tu espíritu con sus brillantes alas de color.

“Mi alma está pintada como las alas de las mariposas,
los cuentos de hadas del ayer crecerán pero nunca morirán,
puedo volar, amigos míos”. (Fragmento perteneciente a la canción “El show debe continuar”, Queen 1991)

Texto: Lic Germán Rothstein

Contribución gráfica: Camila Zawadzki

Firmado por: SAFE CREATIVE, S.L.. A fecha: 11-sep-2019 2:06:28 UTC Este documento se ha registrado y almacenado en Safe Stamper con código de verificación 190911-4G9XJW y puede ser validado en la dirección https://www.safestamper.com/certificate/190911-4G9XJW?locale=es