“Arenas en el tiempo”

Vientos de los tiempos, atraviesan nuestros pensares y sentimientos.

Pasan los días, pasan los años… y  aquello que parecía tan reciente, se torna de antaño.

Historias repetidas, eterno retorno de ciclos que marcan vidas.

Sostenerse incluido socialmente, presiones constantes pesan, y aplastan la mente.

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«Escalando Cielos»

 

Todo cielo, todo pensamiento camina y pasa.
Buscar… escapar de mí, de lo que compone mi ser.
Y a su vez encontrarme.
Salir del escenario a respirar, cambiar el ritmo del aire para luego volver.
¿Cómo es posible encontrar calma en medio de una tormenta?
Escalando más alto que las nubes, esas nubes espesas y grises que intentan agitar tu aire.
Ser tu oasis en el masivo desierto o ser tu propia flor de loto en medio del pantano,
sentir tu respiración y admirar el cielo… que al igual que el pensamiento, camina y pasa.
Texto y contribución fotográfica: realizad@s por paciente de 21 años, Mar del Plata, Argentina.

«Incertidumbre de vida»

Una pequeña persona camina, yendo hacia nuestra «amiga».
«Amiga»: linda incertidumbre, en la que se juega la suerte de lo que será.
Situación de llegada, fin del camino.
Dedos cruzados, plantas y flores enredadas, dejadas atrás.
Conflictos de vida vividos y sentidos, intentos de tapar conflictos en pleno crecimiento.
Texto y contribución plástica: realizad@s por paciente de 21 años, Mar del Plata, Argentina.

«Tres es Uno»

“Tres es Uno”
¿Quien fuiste, antes que alguien apresuradamente te atara a un nombre?
¿nos hemos conocido antes?
¿Fuiste tú quien, hace tiempo, me incitó a fantasear con conocer quien era, quien eras, quiénes éramos?
¿O fue tu novia, la sombra?
Bailemos juntos, amigos, los tres, la danza que dura una vida entera,
la danza de los ecos eternos, hasta volvernos uno.
Texto e imágen: «Viatore» (Argentina)

«Vaivenes de vida»

Ella tiembla, su contenido se enfrió.
Bordeando la esquina de la mesa se tambalea,
debilitando sus movimientos.
Conoce bien su peso, sin embargo desconfía de lo que puede pasar.
Porcelana con flores por fuera, té frío y dulce por dentro.
¿Qué puede pasar? ¿se dejará caer?
Quizás así encuentre algo de libertad, en la autonomía de la voluntad,
como dice Kant.
En los primeros vaivenes lo decide. Se desequilibra para dejarse caer.
Seguido desvaría en el aire anhelando intensidad.
Su peso, su contenido, tocan el piso en mil partes a la vez.
Generando el ruido final.
Texto y contribución plástica: realizad@s por paciente de 21 años, Mar del Plata, Argentina.